Las moscas volantes o miodesopsias son «manchas» que aparecen en nuestro campo de visión. Unos cuerpos flotantes de color oscuro que pueden resultar ciertamente molestos. Estos elementos pueden apreciarse mejor al fijar la vista en una pared, el cielo u otros fondos lisos y luminosos.

Se les denomina «moscas» porque lo que se percibe son formas más o menos indeterminadas que recuerdan a insectos o telarañas. No se pueden fotografiar, por lo que existen reproducciones que se le asemejan. Es habitual que todos podamos verlas de vez en cuando, pero existen personas que las tienen de forma permanente y aprenden a vivir con ellas.

Las moscas volantes son condensaciones gelatinosas, células, que se proyectan en la retina. Físicamente, se encuentran en el líquido transparente que recubre el globo ocular.

¿Quién tiene moscas volantes?

Hay algunas personas más propensas a desarrollar esta afección con el tiempo, o incluso a nacer con ella. La genética, definitivamente también puede jugar un papel importante. Los miopes son un ejemplo habitual, ya que las moscas volantes se concentran en el humor vítreo (y recordemos que los miopes sufren una pequeña deformación de la retina).

Las personas de más de 50 años son más propensas a desarrollar miodesopsias, así como pacientes que han sido operados de cataratas o que han sufrido un traumatismo. También ocurre con cierta frecuencia a quien ha sufrido un desprendimiento de retina.Hay una cierta variedad de motivos por los que se pueden sufrir, pero es en su desarrollo a lo largo del tiempo donde podemos evaluar la gravedad que conlleva.

¿Cómo actúan las moscas volantes?

Hay que destacar que las moscas volantes, de ahí su nombre, son cuerpos móviles. Es decir, se pasean por delante de nuestro campo de visión y más cuando movemos nuestros ojos para mirar hacia otro lado. Normalmente, las personas que las tienen desde hace mucho tiempo aprenden a convivir con ellas. Es frecuente que se intente jugar con ellas o «perseguirlas», pero siempre se van a mover del sitio. No es recomendable forzar la vista fijándonos en estas manchas, si no que lo más práctico siempre será ignorarlas.

Tener estos «compañeros» de viaje no implica en ninguno de los casos dolor, al menos no por las propias miodesopsias. Por lo general, no implican un gran riesgo.

¿Son peligrosas las moscas volantes?

En la mayoría de los casos no implican ningún riesgo importante, ni entrañan un peligro especial.

Entonces, ¿cuándo debo preocuparme o acudir al médico?

Si nos ocurren cambios sustanciales en forma o brillo, podríamos estar acusando de otro problema más grave. Es importante acudir a una revisión en estos casos en particular:

Si nuestra visión periférica se ve reducida
Si empezamos a sufrir destellos de luz repentinamente
Si la cantidad de moscas volantes aumenta mucho de golpe
Si las machas cambian su forma o la forma en que se mueven
Debemos tener en cuenta que acudir a una revisión periódica de la vista es importante siempre, tengamos o no moscas volantes. Si estás en Madrid, no dudes en visitarnos.

Posibles tratamientos contra las miodesopsias

Normalmente no hay solución ni tratamiento alguno, pero si el problema es realmente incapacitante, se podrían tomar medidas drásticas. En este caso se podría hacer uso del láser para disolverlas o someterse a una intervención de extracción del vítreo. En este caso, el humor se intercambiaría por una solución sintética que recubriera el ojo, al estilo de las operaciones para reconstruir la retina.

Resumen: si no sufres ningún efecto extraño, no es necesario que te operes ni le prestes mayor atención.